En la era digital de hoy, poder aceptar transacciones en línea se ha vuelto esencial para casi cualquier negocio.
Ya sea que estés vendiendo productos físicos, servicios digitales o incluso suscripciones, la capacidad de aceptar pagos en línea puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso de tu actividad, incluso si esta es un negocio físico tradicional.
Por ejemplo, hoy en día es común que los clientes puedan reservar servicios y pagar por ellos online en una gran cantidad de negocios convencionales, como en peluquerías o restaurantes.
Para la gestión y las transacciones físicas, probablemente ya dispongas de un TPV en tu negocio.
Pero, ¿Cómo aceptar pagos online?
Es aquí donde entra en juego el rol del TPV virtual (también conocido como software de punto de venta, aunque no son exactamente lo mismo).
Qué es un TPV virtual: Respondemos a todas tus preguntas
- Qué significa TPV virtual
- ¿Qué es un TPV virtual entonces?
- ¿Cómo se paga por TPV virtual?
- Cuánto cuesta un TPV virtual
- ¿Qué necesito para cobrar con TPV Virtual?
- Entonces, ¿Cómo tener un TPV virtual?
Qué significa TPV virtual
El término TPV virtual es una abreviatura de “Terminal Punto de Venta virtual“. Se refiere a una herramienta electrónica o software que permite realizar transacciones comerciales a través de internet. También se conoce como pasarela de pago o plataforma de pago en línea.
Básicamente, hace lo mismo que un TPV físico convencional, pero de forma virtual y a través de internet, permitiendo así a los negocios aceptar pagos online.
¿Qué es un TPV virtual entonces?
Así pues, un TPV virtual, o Terminal Punto de Venta virtual, es una solución de pago en línea que permite a los negocios aceptar pagos a través de Internet. Funciona como un TPV físico en una tienda, pero de forma virtual.
Por contextualizarlo, cada vez que compras algún artículo en Amazon o en alguna tienda online y realizas el pago, estás realizándolo con un TPV virtual (con un sistema de procesamiento de pagos virtual).
El TPV virtual actúa como un intermediario entre el comercio y la entidad financiera, gestionando la información de las transacciones y asegurando la confidencialidad de los datos sensibles, como la información de la tarjeta de crédito.
Cuando un cliente realiza una compra en línea, el TPV virtual verifica la validez de la tarjeta, realiza el cobro y luego transfiere los fondos a la cuenta del comercio.
Estos sistemas suelen integrarse con diversos métodos de pago, como tarjetas de crédito, débito, transferencias bancarias y otros servicios de pago en línea.
Los TPV virtuales pues, no son lo mismo que los TPV convencionales ni sirven para lo mismo.
Los TPV convencionales sirven para gestionar un negocio y para aceptar y gestionar pagos físicos. Además, también cuentan con otras funcionalidades de gestión de procesos de negocio, como gestión de empleados, gestión de clientes (realizan funciones de CRM, como almacenamiento y gestión de los datos de los clientes, envío de emails, creación y envío de descuentos, generación de estadísticas, etc), entre muchas otras funciones.
Es el caso, por ejemplo, de helloCash, uno de los programas TPV más completos del mercado y con precios más competitivos (de hecho, nuestro software TPV también está disponible GRATIS, disponemos de un plan completamente gratuito), usado ya por miles de negocios en toda Europa.
Aceptar pagos con helloCash es extremadamente sencillo, no tendrás que realizar ningún tipo de instalación ni configuración complicada, como sí tendrías que hacer con otros TPV. Puedes probarlo de forma totalmente gratuita y sin compromiso haciendo clic en el siguiente enlace:
¿Cómo se paga por TPV virtual?
El proceso de pago a través de un TPV virtual generalmente implica varios pasos.
Primero, el cliente tiene que seleccionar los productos o servicios que desea comprar en tu sitio web y proceder al proceso de pago.
Dependiendo del TPV virtual elegido, el proceso de pago tendrá lugar en tu web o en la del procesador de pagos / TPV virtual. Al llegar al punto de pago, el cliente tendrá que introducir la información de su tarjeta (el número, la fecha de caducidad y el CVV).Estos datos se cifran para garantizar la seguridad de la transacción.
Después de verificar la autenticidad de la tarjeta y la disponibilidad de fondos, el TPV procesa la transacción y, si es exitosa, se completa el pago, el cual será enviado, por lo general, de forma instantánea, a la cuenta bancaria de la entidad encargada del procesamiento del pago.
La liquidación financiera o envío de estas transacciones al comerciante generalmente se realiza en ciclos regulares, como diaria o semanalmente, dependiendo del acuerdo entre el comerciante y el proveedor del TPV virtual. Por supuesto, se le deducirán las comisiones asociadas al servicio ofrecido por el procesador de pagos. Estas tarifas pueden variar según el proveedor del TPV y el tipo de tarjeta utilizada.
Cuánto cuesta un TPV virtual
El coste de un Terminal Punto de Venta (TPV) virtual puede variar significativamente según varios factores, como el proveedor del servicio, las características incluidas, la cantidad de transacciones que se procesarán, entre otros, pero por lo general oscila entre los 20 y 100 euros al mes.
Algunos proveedores de TPV virtual pueden ofrecer tarifas mensuales, tarifas por transacción, tarifas de configuración y otras tarifas asociadas. Además, es posible que algunos proveedores también cobren tarifas adicionales por funciones adicionales, como la integración con sistemas de comercio electrónico, la capacidad de aceptar pagos en diferentes monedas, y la seguridad adicional.
¿Qué necesito para cobrar con TPV Virtual?
Empezar a utilizar un TPV virtual es muy sencillo para cualquier comercio. Por ejemplo, en helloCash basta con crearse una cuenta, loguearse en su web y conectar la cuenta bancaria del comercio, cuestión de prácticamente 5 minutos.
Además, te recordamos que nuestro TPV para comercios es gratis. Disponemos de un plan completamente gratuito, que podrás utilizar de forma indefinida.
De todas formas, antes de empezar a cobrar a tus clientes con un software TPV virtual necesitarás seguir algunos pasos y cumplir ciertos requisitos previos:
- Cuenta bancaria comercial: Asegúrate de tener una cuenta bancaria comercial propia (de tu negocio) aprobada para transacciones con tarjeta de crédito/débito. Debes hablar con tu banco para configurar esto.
- Darse de alta con un proveedor de servicios de pago o TPV virtual: Deberás asociarte con un proveedor de servicios de pago que ofrezca soluciones de TPV Virtual. Ejemplos incluyen Stripe, PayPal, o helloCash.
- Integración con tu sitio web o con la plataforma en la que vayas a aceptar los pagos: Deberás integrar el TPV Virtual con tu sitio web. Esto podría requerir conocimientos técnicos o la asistencia de un desarrollador web. Con helloCash, por ejemplo, empezar a aceptar pagos es extremadamente sencillo (cuestión de 5 clics) y no se requieren conocimientos técnicos.
- Tu sitio web debe cumplir ciertos estándares de seguridad mínimos: Si quieres aceptar pagos en tu sitio web, este debe contar con un certificado SSL (habla con tu proveedor de hosting para que te lo configuren. De todas formas, la mayoría de proveedores lo incluyen por defecto al dar de alta un dominio o plan de hosting. Si la dirección URL de tu web empieza por “https”, significa que ya cuenta con un certificado SSL). Hay otros requisitos de seguridad que se deben cumplir, pero no te preocupes, el software de helloCash se encarga de todo ello por ti; su TPV virtual, aunque se integre en tu web, realizará las transacciones fuera de esta, a través de la plataforma de helloCash, eximiéndote a ti de tener que encargarte de todas las medidas de seguridad pertinentes. helloCash es, además, un software TPV completamente seguro.
- Ten una política clara de devolución y reembolso: Otro requisito legal importante es contar con una página con los términos y condiciones del servicio, en la que también se incluya un epígrafe con las políticas de devoluciones y reembolsos.
Entonces, ¿Cómo tener un TPV virtual?
Implementar un TPV virtual suele ser un proceso relativamente rápido y sencillo si tu negocio es pequeño y si tu volumen de transacciones no va a ser demasiado grande (por ejemplo, si va a ser inferior a 10.000 euros al mes).
Para tener un TPV virtual, basta con que te registres en alguno de los procesadores de pago online como Stripe, Paypal o helloCash (estando este último adaptado y diseñado para negocios locales).
Si ya tienes sistemas de procesamiento de pagos o cuentas con una estructura técnica y tecnológica muy compleja, la decisión a tomar puede ser más difícil y requerirá un mayor tiempo de investigación y de realización de pruebas con las distintas alternativas disponibles en el mercado.
La seguridad y la conformidad con normativas, como PCI DSS, son cruciales. Asegúrate de que el TPV elegido cumpla con estos estándares para proteger tanto a tu negocio como a tus clientes. Si vas a usar el TPV virtual para un negocio físico, es muy probable que este también tenga que cumplir con las regulaciones de la Ley antifraude 11/2021. No todos los sistemas de pago cumplen con las regulaciones que aplican a los negocios físicos, ya que muchos TPV virtuales están diseñados para negocios digitales, como las tiendas online.
Y, ojo, las sanciones por utilizar software que no cumple con dichas regulaciones recaerían sobre ti, y pueden llegar a ser de hasta 150.000 euros.
helloCash, al ser un TPV virtual orientado a los negocios físicos y de ámbito local, cumple con todas estas regulaciones y legislaciones, siendo una opción de TPV virtual idónea para muchos pequeños negocios.
Por último, es importante probar el sistema antes de lanzarlo oficialmente. Realiza transacciones de prueba para asegurarte de que el proceso de pago funciona sin problemas y que el dinero se transfiere correctamente a tu cuenta bancaria. Una vez que todo esté funcionando según lo esperado, tu TPV virtual estará listo para empezar a aceptar pagos online, lo que te permitirá expandir tu negocio y ofrecer una experiencia de compra más cómoda y segura para tus clientes.
Descargo de responsabilidad: Señalamos expresamente que este artículo no reemplaza el asesoramiento legal y/o fiscal.